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viernes, 5 de junio de 2009

DIA 30

Hola, soy el Señor T. Hoy se cumple un mes desde que inauguramos el blog. Me felicito. Me he levantado y el día ha transcurrido con normalidad. Pero todo estaba listo para la tarde. WkW visitaba la playa por primera vez. Justo después de llegar a casa he salido con mi flamante vehículo a reunirme con WkW al completo. Por fin estábamos todos juntos.

Después de una charla, J y Neil han ido a darse un baño ya que la calor estival ya hace mella en los termómetros y en nuestra moral. Erre y yo conversábamos. Me sentía bullicioso, nervioso, excitado. Queria moverme. Cuando los dos amigos volvían del baño, era la ocasión perfecta. Neil y J al fondo, chicas en bikini a la derecha. Estaba claro. Dejo que mis piernas me lleven corriendo hacia mis dos amigos, gritando, desahogándome, en estado salvaje para que en el momento en que estoy a la altura de las féminas desfallecer y caer al suelo estrepitosamente. Imaginaba que las mujeres no entenderían mi comportamiento; bah, ineptas. Seguidamente volvemos a reunirnos todos.
No sabíamos qué le pasaba a Neil y a Erre. Estaban alicaídos, no se despertaban. Pero finalmente llega su momento, el momento de Neil. Lo único que dice es:

- Hey, grabadme.

Esto eleva nuestro interés al infinito. Seguido, Neil coge una toalla y sale de la playa, recorriendo parte del paseo marítimo. Nadie sabía que tenia en mente. Yo ya sentía que la risa invadía mi cuerpo sin marcha atrás. Los ancianos sentados mirando al mar, se fijan en ÉL. Entonces, cuando se encontraba a unos cincuenta metros de la entrada de la entrada a la playa, de la zona arenosa, corre. Empieza a correr batiendo en círculos la toalla al mismo tiempo que emite un largo y sonoro grito agudo, fruto de una locura irracional que le invadía todo el sistema nervioso del cuerpo. La gente, pasmada ante tal éxtasis, intenta que no se les salgan los ojos de las órbitas mientras el resto del tridente sufrimos agudos dolores en los abdominales provocados por carcajadas. Por fin Neil había despertado, y ahora sólo faltaba Erre.

Para finalizar el recreo en la costa, decidimos ir a un restaurante de comida rápida a cenar. Y ese era el momento de Erre. Todos predecíamos que Erre estaba a punto de dejarse llevar por el espiritu sociópata. Acabada la cena, J, Erre y yo nos levantamos de la mesa con el afán de vaciar las bandejas de los restos de la comida. El momento había llegado. Cuando todo el restaurante estaba tranquilo, sumiso, Erre se deja caer al suelo, si, con la bandeja. Pero no sólo se deja caer al suelo. Con un increíble movimiento y realidad absoluta, resbala inclinando su cuerpo para que adoptase una forma horizontal en el aire y lanzando la bandeja varios metros hacia delante dispersando enormemente todo lo que transportaba. La bandeja al caer crea un sonido de choque que todavía hacia mas espectacular la escena, si cabe. Mientras trataba de levantar a Erre del suelo los allí presentes solo podían hacer una cosa:

Recoger sus mandíbulas del suelo.

Todos nos sentíamos descansados por la descarga sicológica que habíamos llevado a cabo, y habíamos logrado los objetivos propuestos. Ya podíamos volver a la ciudad. Al llegar hemos acudido a nuestro lugar habitual, donde hemos hablado sobre el día y sobre planes de verano. Puedo adelantar que el primer verano de WkW marcará la historia del mundo contemporáneo y marcará un paso a una nueva edad:

La era WeekendWars.

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