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miércoles, 24 de marzo de 2010

Buf.

Los primeros rayos de sol se cuelan por los resquicios de mi bajada persiana. El olor a dulce mañana invade mi habitación y mis bonitos sueños terminan felices para dar comienzo a un gran día. Abro los ojos, me desperezo al tiempo que sonrío con fervor. Me lavo la cara y me miro al espejo: "Hoy te comes el mundo, chaval".

Camino, que digo, troto hacia el instituto con la cabeza bien alta, satisfecho de mí mismo. Me permito el lujo de ceder el paso a los coches en los pasos de zebra y por qué no, ayudo a las ancianas a cruzar. "Además de guapo, buena persona, coño."

Llego el primero a clase. Momento ideal para limpiar la pizarra, ordenar las mesas y esperar sentado al resto de compañeros. Y no es que sea un friki de la limpieza o del civismo, es simplemente que me siento a gusto conmigo y con fuerzas para demostrar que valgo mucho, que aquí hay talento, oye.

Además, me veo con energía suficiente como para afrontar cualquier adversidad. Nada podrá acabar con esta reluciente felicidad.

Y sin embargo, apareces tú.

Para empezar, ya entras hablando en tu dialecto, para que no te entienda, pedazo de mierda.

Pero cierro el puño, trago saliva y me arengo con un cálido "pasa de él".

La clase empieza tranquila, típica clase de lunes a primera hora después de un movido fin de semana. El profesor se adapta a nuestro ritmo sin rechistar, a sabiendas de que ya no está para muchos trotes.

Las explicaciones son sencillas, breves y concisas. Fáciles de entender. No nos da la oportunidad de que le hagamos preguntas porque todo es demasiado evidente.

Y entonces un profundo dolor punzante perfora mi espalda. Consecuencia de ello, se me achinan los ojos y para más inri el cuerpo comienza a temblarme. Él está preguntando...

(RECREACIÓN DE LA CONVERSACIÓN ENTRE ALUMNO QUE HACE PREGUNTAS EVIDENTES Y TONTAS PARA QUEDAR BIEN DELANTE DEL PROFESOR Y APARENTAR QUE PRESTA ATENCIÓN PARA HACERLE LA PELOTA PORQUE NO TIENE MÁS MEDIOS DE GANARSE UN PUTO PUNTO DE NOTA MÁS Y PROFESOR):

Profesor dice: Algunas oraciones son impersonales, no tienen sujeto.

ALUMNO QUE HACE PREGUNTAS EVIDENTES Y TONTAS PARA QUEDAR BIEN DELANTE DEL PROFESOR Y APARENTAR QUE PRESTA ATENCIÓN PARA HACERLE LA PELOTA PORQUE NO TIENE MÁS MEDIOS DE GANARSE UN PUTO PUNTO DE NOTA MÁS : Entonces, si la oración es impersonal, no lleva sujeto, ¿no?

Irritado, asqueado, harto, encendido, quemado agarro el bolígrafo más cercano y lo tiro contra el suelo con violencia. Se rompe. En muchos trozos.

Y así, amigos, es como el gilipollas ese me saca de mis casillas de nuevo, se me jode un bolígrafo y mis ganas de triunfar.

Y lo peor es que no se me ocurren métodos suficientes para hacerle sufrir todo lo que me gustaría. Genial.

Neil.

Rencor

Hola, soy el Señor T. Ya podéis inspirar. Hace tantísimo que no escribo...hasta en los últimos posts de Neil lo he notado. Llevo una época bastante mala. Bueno, mala no es la palabra, pero no hay palabra en el lenguaje para expresarla. Lo que si puedo contar, es que el mundo se está levantando, y lo hace en contra mía. Como si de una revolución se tratase, todo me ahoga. Cada vez me cuesta más controlar lo que ocurre a mi alrededor, y no me gusta nada. Coincidiréis en que la definición de "hielo" de Neil es básicamente mi descripción, y no precisamente porque la gente sienta frío en mi compañía. Absolutamente todo se está descontrolando y no puedo permitirlo. Además, cada vez me cuesta más trazar estrategias de manipulación y coartadas sin errores.
Al menos, sé la causa de todos mis problemas. Un profundo rencor me corrompe la mente. Un rencor tan profundo, que ni pasando página consigo eliminar. Un rencor simbiótico, como un parásito para el que no tengo cura. Y me hace vomitar. Me hace vomitar odio. Un odio tan oscuro e indeseable que ninguno de vosotros soportaría. Y como si se tratase de mi propia sangre, por mucho que lo expulse, mi cuerpo, en profunda corrupción, lo reemplaza. La injusticia, la crueldad y la agonía que me provoca todo el mundo, son los responsables. El hecho de que el tiempo y los acontecimientos fluyan entre mis dedos como arena, el que yo no decida que voy a hacer y los demás si puedan, desperezan demonios que despiertan tras un largo letargo. ¿Por qué ni siquiera puedo disfrutar de la "libertad" de decisión de la gente como vosotros? Y lo peor de todo, es que yo, de momento no puedo hacer nada. Tan solo el Cronos, con su lento avance espero que aplaste los obstáculos para que siga con mi particular partida de ajedrez.

domingo, 14 de marzo de 2010

Este momento iba a llegar.

Estoy acostumbrado a controlar lo que pasa. Y cuando no puedo, no me siento cómodo.
Esta noche he perdido. Principalmente porque he perdido el control. Un control que había sabido manejar desde hace mucho tiempo. Y sin embargo hoy, una palabra, una duda, ha sido capaz de acabar con esa fachada inquebrantable que ya construí.

Hay derrotas y maneras de perder. Y he perdido muchas veces. Sin embargo, esta vez ha sido la derrota más dolorosa y humillante que he sufrido. Porque yo la he provocado. Porque la presión, la histeria, la frustración han acabado empujándome al suelo. Y porque no he sabido levantarme. Me he quedado tirado, derramando lágrimas, sabiendo que el golpe había sido mucho más duro de los recibidos hasta ahora. Porque esta vez, el empujón, no ha venido desde fuera, sino desde dentro.

¿Y ahora qué?

Neil.

viernes, 12 de marzo de 2010

Fuego y Hielo.

Sólo él es capaz de todo. Y de lo peor. En muy poco tiempo.
El hombre siempre se ha sentido envuelto en una especie de admiración y de temor hacia él.
Su poder, su solvencia, su falta de piedad y su capacidad de destrucción le describen como el mayor asesino de la historia.

Un asesino que actúa desde la ira, la furia. Un asesino que se crece ante la amenaza. Que se enciende. Un asesino que se ve superior a sus detractores. Que se excita con la posibilidad de muerte.

Un asesino que es causa y consecuencia. Que es dolor y esperanza. Que es luz e infierno.

FUEGO
Escribir sobre el fuego está fuera de lugar. Pues él, estaría por encima de todo lo que yo pudiera decir.
Sin embargo, su existencia ha influido de tal manera en el ADN del hombre que podemos distinguir rasgos de él en el ser humano.
Las personas Fuego son fuertes de carácter. Y en la explosión, incontrolables. Actúan desde los sentimientos. En una discusión se les reconoce por alzar la voz más que nadie. Personas que sienten de verdad.
Son nobles y leales. Pero soportarlas no siempre es fácil y requiere un gran esfuerzo. A pesar de ello son agradecidas y cálidas. Verdaderos en su sentimiento y fáciles de querer.
Las personas Fuego son capaces de destrozar vínculos de familia, amistad, amor en un arrebato de ira. El arrepentimiento: su inseparable guardián.
HIELO
Como si de una condena permanente a enfrentarse se tratase, el hielo ha supuesto la comparación inevitable del fuego. Su antónimo.
Las personas Hielo son calculadoras. Mantienen una constante partida de ajedrez con la vida. Cada movimiento, cada actuación, cada palabra. Todo bajo control y previamente premeditado. No están a gusto con aquello que no sean capaces de controlar. Se sienten amenazadas ante los cambios.
Frías. Incitan a la desconfianza.
Es imposible conocerlas del todo, y cuanto más cerca creas de estarlo, más lejos te encontrarás de la verdad.
No se las puede caracterizar de la misma manera que a las persona Fuego, pero lo que está claro es que se encuentran cómodos viviendo en la sombra. Y eso, ya es mucho más peligroso que el Fuego. Porque con éste, al menos, sabes que irá de frente.
Neil.

jueves, 11 de marzo de 2010

Ni fu ni fa.

Adiós al segunde trimestre del curso. Me he ausentado un par de semanas por estar centrado en los estudios, y con razón, esto huele a encerrado, a polvo, después de comprobar que Señor T tampoco ha podido actualizar.

Sin embargo ya todo ha acabado y mañana, posiblemente, WkW vuelva a reunirse. Y eso, en los tiempos que corren últimamente, es noticia.

Me alegro de que haya acabado el trimestre y sobre todo, febrero. Desde hace unos años es un mes que no se me da bien. A pesar de que es más breve que el resto, es tedioso. Coincide con épocas de exámenes, de mucho agobio y normalmente se me suele juntar todo.

En cuanto a las notas. Ni fu ni fa. Pero no me quejo, obviamente recibo una parte proporcional a mi esfuerzo. Sé que hay que seguir remando.

Este finde hablaré sobre Fuego y Hielo y sobre lo que hagamos mañana, así que lo dejo por hoy aquí.

Neil.