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miércoles, 4 de enero de 2012

Queroseno.

Vuelvo a despertarme en mitad de la pesadilla. Una vez más, corrompe mi tranquilidad como lo lleva haciendo durante meses. El mismo sueño que se repite. La misma respiración acelerada al abrir los ojos. El mismo rencor al volverlos a cerrar. La obsesión más salvaje elevada a su máximo exponente. Y en medio de este caos, una inconfundible rabia acumulada en forma de ideas macabras.



Un cúmulo de recuerdos de los que me he apropiado sin avisar. Un pasado que no es mío, pero que me persigue. Un frío intenso que hiela mi sangre, congelándola hasta quedarse inerte. Sombras y claros en una ciudad en la que no hay sitio para los dos. Y mientras tanto, la oscuridad se cierne sobre mí. Cubre cada rincón de esta enajenada alma enmascarándola para que nadie sepa quién es de verdad. Una coraza de óxido, glóbulos rojos y sal que esconden a una sonrisa de metal. La única manera de terminar con esto es olvidando. Es irónico, porque es de lo único que nunca me acuerdo.

Todo era una puta mierda. Una vida sin rumbo, dando tumbos de dumbos a bultos. Pero llegué yo, y todo cambió. No es que sea egocéntrico, es que no me gusta mentir. No obstante, nadie te quita de la cabeza que un afilada cuchilla desangró aquél corazón. Fíjate, ya tengo propósito para este año. No sé cómo lo voy a hacer. Ah, espera. Que ya lo he conseguido. Que ya he ganado.

Y sin embargo, sigo obsesionado. Ni yo lo entiendo. Ni tú que me lees, claro. Supongo que me gusta tanto el protagonismo que soy de los que prefieren terminar este tipo de historias rindiéndole un homenaje a los finales épicos.

N(:il

1 comentario:

  1. Guau! Menuda manera de escribir tan extraordinaria! Os animo a que continuéis así y de paso os mando saludos desde tabernascumm.blogspot.com jeje hace unas semanas me propusiste que me pasara y eso he hecho!! La verdad es que con las historias que aquí se leen uno no se queda ni insatisfecho ni indiferente!

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