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viernes, 31 de diciembre de 2010

Trauma.

Estoy empeñado en borrar de mi mente todos los malos recuerdos del año. Hoy se cumple exactamente una semana de aquella noche. Necesito plasmar mi vivencia, todo lo que aconteció la pasada Nochebuena.

Por motivos de protocolo social, y algo de melancolía desprendida por los señores mayores de mi casa, tuvimos que desplazarnos a casa de mis abuelos y mis tíos para pasar Nochebuena y Navidad allí. Cerca de 500 km. En pleno invierno. Y encima de noche, con un par de cojones.

Bueno, el viaje comparado con todo lo que aconteció en dos días, fue pecata minuta.

Llegamos el jueves de madrugada. Para mí, perfecto, porque con la excusa de que tenía sueño esquivé de forma sutil entablar cualquier tipo de conversación con algún familiar.

A la mañana siguiente me hicieron despertarme a las 10. Apenas había dormido 7 horas y ya estaba en pie. Sabedores de mi mala hostia, enviaron a mi prima de dos años para que hiciera los honores de tirarme del pelo, escupirme, trepar por mi abdomen y jugar a saltar sobre mis tripas cual colchoneta de feria. Me desperté, claro. Pero tuve que sonreír y apretar los puños para no quedar mal delante de un coro de voces que decían al unísono "que rica es la niña" "oh mirad como juega con el primo" "ais! me la comía toa"...

No obstante me encontré por el camino de la habitación al servicio con mi padre, al que le dediqué mi más profundo asco por estar en esa casa cerrando el puño y levantando el dedo corazón.

Por si fuera poco llevar diez minutos levantado y con ganas de morirme, mientras me aseaba comenzaron mis primos a dar puñetazos a la puerta. Tienen mi edad, trabajan los dos. Son adultos. Pero qué más da, ¿no? la puerta no se iba a quejar. Les pregunté sobresaltado que qué coño les pasaba y me contestaron, sin más y literalmente, esto: "date prisa que tengo diarrea y me estoy cagando JOJOJOJOJOJAJAJAJAJIJIJIJIJAJAJAJAJA ESE PRIMOOOOO TO WAPOOOOOO AJAJAJA AMOOOS LOKOOO QUE ES COÑA JAJIJUAJUA PERO EN SERIO DATE PRISA QUE TENEMOS QUE IR A BEBER PRIMOOO QUE YA SON LAS 10 Y 30".

...

Cerré sin decirles nada. Me miré en el espejo del baño durante un segundo. Comencé a buscar cuchillas por algún lado. Pero nada, hoy alguien estaba empeñado en joderme al máximo.

El resto del día transcurrió en un bar. Mi familia me incitaba a beber porque según ellos tenía que animarme porque tenía cara de amargado. En fin, me sentía solo e incomprendido cual chica adolescente en un mercadillo, así que mandé mi vida a tomar por el culo. "Ballantines con limón, por favor".

La noche fue tranquila. Una suculenta cena para celebrar Nochebuena. Cené rápido y me fui a la cama. Me metí debajo de las sábanas y le pedí a Dios que por favor me durmiera.

Pero Dios seguía picado conmigo. Mi primo entró a la habitación: "PERO PRIMOOOOOO QUE ASESSSS?!?!?!?! QUE AHORA E QDAO CON TOS MIS AMIGOS NOS VAMOS DE FIESTA TO WAPA PRIMO ANDA LEVANTA XULOOOO QUE NOS VAMOS YA".

Sin que me diera tiempo a inventarme cualquier excusa mi madre apareció en escena también para acusarme de mierda, así tal cual me lo dijo, "eres una mierda" "sal con tus primos y ve con ellos que no los ves en todo el año".

Pues hale, con los colegas de mi primo.

Y ahí acabó mi vida.

Bajamos a la calle y nos esperaba un pequeño coche de hacía más de 25 años. Dentro había un amigo de primo fumado, fumado... Mi primo le exigió que le diera de aquella mierda que él también quería fumar. Al lado del conductor estaba la novia. Yo entré y el chaval, eso sí que es verdad, me saludó efusivamente con un cálido "ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh QUE PASAAAAA PRIMOOOO NOS VAMOS DE FIESTAAAA TOMA EH QUE NO TE FALTE DE NADA" mientras me ofrecía su cubata de Chivas con RedBull. La novia fue más correcta y sólo me dijo "eh primo".

Por la carretera el chaval miraba a cualquier lado menos a dónde tocaba. Hasta el punto que habían tramos donde era la novia, sentada en la posición de copiloto, quién manejaba el volante mientras su príncipe se liaba algún porro de a saber qué... Empezaba a temer por mi vida, a diferencia de mi primo, que llevaba un pedo que no se aclaraba y aún no habíamos llegado. Lo curioso era que excepto yo, nadie más llevaba cinturón. Cuando me pregunté me contestaron como si yo fuera gilipollas "es que primooooh no somos inmortales amos a palmarla algun dia sabesh y pa eso pos vamos comodos en el coche que coño"...

...

Llegamos a un polígono. Tras callejear un poco por dentro y ver a multitud de gente bebiendo con los coches aparcados y la música al máximo, paramos en la puerta de una nave. Allí habían cerca de diez personas. Desde el principio supe que eran los amigos de mi primo. Al bajar del coche el sonido de los coches de los amigos de mi primo me ensordeció. "Flamenkito del rico premoh" me dijo uno.

Estuvimos cerca de dos horas bebiendo. El único que iba con pantalones vaqueros era yo. Los demás en chándal y el pijama por debajo. Las chicas iban desnudas excepto por un tup y una minifalda y los piercings, claro.

Al final decidieron ir a los pubs y garitos a tomar algo. Llegamos a uno que ya sólo por el hecho de que los guardaespaldas fueran musulmanes me intranquilizó. Entramos. Reguetón ( o como se escriba). Las chicas del grupo comenzaron a chillar como locas. "NUESTRA CANSION UUUUUUUUUUUH GATA MALA EEYEEE". Los chicos se centraron en una máquina de puñetazos que había. Sí, de lo más normal.

Estuvieron cerca de una hora discutiendo acerca de como hay que pegarle y otra hora metiendo monedas y dándole.

Mi primo se me acercó varias veces para advertirme de como actuar. Me informó de los chungos del barrio que se encontraban en aquel momento en el garito. Se les reconocía porque todos iban con un sombrero blanco y chándal. Si se acercaban por mi lado, debía meter las manos en los bolsillos y mirar al suelo. Si me tocaban o se chocaban contra mí, debía pedirles perdón, y si seguían queriendo pelea, debería correr.

Estuve toda la puta noche con los cojones en la garganta. Y con las manos en los bolsillos...

Al final se aburrieron y optaron por ir a otro garito. Pero nunca llegamos. Mi primo le vomitó sin querer a un chaval que pasaba por su lado en la calle. Y casi hay bronca de no ser por un amigo de mi primo que le noqueó dándole un puñetazo por la espalda y el chaval asustado huyó.

La noche acabó mal. Todos estaban borrachos y las chicas con hipotermia. Volvimos a casa. Mi primo en el coche de su colega, y yo en autobús. Mi primo no llegó hasta el mediodía del día siguiente.

Neil.

Púdrete

Hola, soy el Señor T. Al igual que el año pasado, Neil se ha despedido del 2010 pocos días antes de su fin. Un año digno de ser mencionado...y olvidado. Así pues, seguiré el ejemplo de mi compañero.

Junto al nacimiento del año, muchas puertas y esperanzas se abrían en mi camino. La mayoría de edad estaba a punto de cambiar mi vida, un cambio más que radical se avecinaba en el horizonte con mi mudanza a la capital y yo me encontraba asombrosamente optimista ante tales expectativas.
Nada más alejado de la realidad.
Los primeros meses se antojaron cómodos y pasaron fugaces, como siempre pasa con las cosas buenas. Pero poco a poco, el oleaje que erosionaba el año, ganaba fuerza. Una fuerza que a partir de verano adquirió magnitudes mastodónticas con las cuales es imposible combatir. La situación familiar, totalmente insostenible, estaba (y lo sigue estando) a punto de destruir la difícil y frágil convivencia en lo que cualquier persona consideraría su hogar. Evidentemente yo no. Pero eso es algo a lo que estaba relativamente acostumbrado y en otro caso no lo habría mencionado.
Sin embargo, unos resultados académicos mas bien mediocres me obligaron a decidir retrasar mi ingreso universitario un año más, pues así mantendría un margen de error muy amplio y aseguraría mis intereses.
Por otro lado, gente a los que consideramos nuestros semejantes, miembros del grupo, comenzaron a tener un comportamiento intolerable, ni siquiera con desconocidos. Parece ser que no eramos bastante "guays". Se ve que los universitarios "molan" más. Así que volvimos a ser cuatro. El tridente original. Esto fue algo que me hirió profundamente, pues yo había depositado mi confianza total en ellos, para que estos después la pisotearan cual cucaracha correteando por la cocina. En fin, otro recuerdo más a una caja directa al fondo del océano.

Pero ahora, el año agoniza, y no puedo hacer más que mofarme. El tiempo está a punto de dar a luz a un 2011 que acecho desde las sombras, con curiosidad, pero este no me pillará desprevenido. Esta vez, el implacable oleaje soy yo, y no voy a parar hasta verlo caer. Prepárate 2011, pues desearas no haber llegado.

Sólo me queda una cosa más que decirle al 2010... Púdrete en el infierno.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

De los últimos.

Quedan dos días para que acabe el año. Dos días más o dos días menos. Así que apuro estos últimos días para disfrutar al máximo del buen sabor de boca que me ha dejado el 2010.

Siempre lo recordaré como el año en el que por fin, cerré muchas puertas. He dejado atrás largos ciclos de mi vida.

Para empezar, me despedí del instituto para dar el salto a la universidad. Luego estuve con la chica de la que estaba enamorado desde hacía dos años.

Evidentemente he perdido. Sobre todo a gente que pensaba que era importante en mi vida. Pero pasa el tiempo, y los mismos seguimos juntos. Sí, ya sabéis; Señor T, Erre, Jota y un humilde servidor.

Tal vez la mayor lección que me haya dado este año es que las personas, en su mayoría no son tan buena gente. Que no te puedes fiar de nadie y de que, sobre todo, los que realmente van a estar a tu lado siempre son los tuyos, tu familia, tus hermanos. Por eso estoy orgulloso de seguir siendo cuatro. Vendrán nuevos y se irán. Tal vez, pero no es que seamos demasiados selectos. Sino que somos completamente perfectos. Y eso, amigos, no está al alcance de todos.

Y este viernes, nochevieja. Un día simbólico para nosotros para celebrar el fin de año. Juntos, por supuesto.

Neil

Palabra de Neil.

No es que sea especialmente supersticioso. Pero hoy tengo la sensación de algo grande va a suceder. Es extraño. Es una brisa de aire potable que me vuelca hacia atrás. Me rondan varias palabras por la cabeza. Sacrificio, esfuerzo, superación. No puedo evitar mirar por encima del hombro. Y me siento realmente guapo. Es un día diferente.

Es un día de estos en los que te comes el mundo. Y es que joder, es así. Creo fervientemente en la capacidad incomprendida del ser humano. El superlativo esfuerzo al que podemos llegar, y al que pocas veces llegamos. Porque no se trata de tener para hacer. Sino de creer para actuar. Las grandes revoluciones, las grandes gestas de la historia comenzaron como ideas que nacían en la mente de un ser humano más.

El problema de hoy en día no es más que una cuestión de autoconfianza, de ego, de autoestima. Hemos perdido la luz. No nos vemos capaces de cambiar el mundo. Aceptamos con sumisión nuestra realidad esperando con impaciencia que por suerte o magia, algún día seamos estrellas del rock, abogados, futbolistas o astronautas. Nuestro puño hace tiempo que dejó de tener significado.

En el metro, en el tren, en el autobús, en el tranvía veo sus caras. Miles de historias, un millón de vidas, pero los mismos ojos. Ojos de cansancio y de hastío. De cotidianidad y de costumbre. Nadie me llama la atención. Ni entre ellos llaman la atención. Están. Son un número de DNI. Una cifra. Y poco más.

¿Pero y si...?

No, da igual.

Pero... qué coño, ¿y si creyéramos de verdad? ¿Y si tuviéramos fe de verdad? Pero en nosotros. Y si sacáramos pecho y abriéramos los ojos, ¿qué pasaría? Estoy convencido de que hay gente así. Pecar de prepotencia. Tal vez, tal vez sea prepotencia lo que algunos hacen. Pero, por definición, prepotente es aquel que consciente de su poder, abusa de él. Una cosa es hacer el tonto y creer que es alguien que no es. No hablo de esos mierdas, teniendo en cuenta la quinta definición de la RAE de mierda. Hablo de la gente que lucha, que se esfuerza y que como consecuencia lógica logra el éxito. Para mí, son dioses. Porque son diferentes. Y es que, conformes o no con su vida, la han cambiado a base de trabajo. Y si luego son prepotentes, mejor. Porque para serlo, primero hay que tener poder. Hay que conseguirlo. Ganarlo.

Y tú dirás suerte. Tal vez. Nadie se hace el camino sin suerte como dice la canción. Pero también soy partidario de que existen más cosas. Menos y menos es más. Quiero decir que el éxito no es sólo cuestión de suerte. Sino que también es un poco de espíritu de superación, un poco de curro, de ganas, de ambición, de carisma tal vez... pero sobre todo de creencia. De creer en uno mismo. A muerte. De descubrir que querer es poder y que siempre hay que venirse arriba. Pase lo que pase.

Me canso de repetirlo, no es cuestión de ver para creer. Sino de creer para ver.

Ya lo habréis visto por la tele, pero es que es genial la frasecita de los cojones... Ahí va. Y quedáos con la copla porque dice mucho en poco. Reitero, menos y menos es más.

A los que dudan: Sé la luz que dicen que hemos perdido.

Neil.

jueves, 23 de diciembre de 2010

DIA 479

Hola, soy el Señor T. ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de que es el momento de dejar tu actual vida atrás y comenzar de nuevo, en otro lugar? ¿Lo habéis hecho?
Cuando das un cambio de ese tipo en tu vida, al principio parece genial ¿verdad? Pero con el tiempo uno se da cuenta de que no es así. Quién no se acuerda de cuando empezó secundaria. El instituto. Muchísima gente nueva a la que conocer y con la que compartir nuevas experiencias. El primer cigarrillo. Las primeras pellas. Se nos abrió un mundo tan grande, y fantástico que no quisimos mirar atrás.
Pero tras un tiempo, te giras, y piensas.
Piensas
Piensas
Piensas
Y te das cuenta de que echas de menos tu antiguo Yo. Tus amigos de toda la vida. Tu forma de ver las cosas. Tus aventuras pasadas. Dejaste atrás algo tan especial que, aun dentro del atractivo camino que has tomado, no puedes evitar querer volver. Y muchas veces no puedes, ya que inconscientemente estas levantando muros tras de ti.
Y te desesperas. Tratas de hacer caer el muro. Y sabes que no vas a poder.





Sin embargo, yo me giré a tiempo, y así se formó WeekendWars. Nos dimos cuenta, que amigos, los verdaderos amigos, y los que no vas a perder son tus amigos de siempre. En el camino surgirán tentaciones, cada cual más irresistible, pero no tengo ninguna duda que aquellos niños de 4 años que se conocieron en el colegio, algún día se reunirán tras haber pasado décadas juntos, y recordarán, sin poder dar un paso más, el sinfín de acontecimientos salvados, juntos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Fijaos qué bien

Hola, soy el Señor T. Estoy actualizando desde el Starbucks.
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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un espejo, un pensamiento y una realidad.

Y ahora sólo me quedas tú.

A decir verdad, tengo la sensación, hoy más que nunca, de que sólo has estado tú. Y de que siempre estarás tú.

Es triste reconocerlo. Pero peor es vivirlo.

Veo en en mi mente, como si se tratara de un álbum de fotos, imágenes de mis seres más queridos. Momentos inolvidables, anécdotas inenarrables, miradas fugaces y gestos de complicidad.

Todo eso que ya no tengo.

Y no es que lo haya perdido, es que ellos se han ido. Porque han querido. Y como han querido.

Al final llega un momento en el que nadie es imprescindible en tu vida. Que todos acabarán por alejarse de ti. Que personas en las que confiabas, personas en las que creías, personas a las que querías se irán. Para no volver a tu lado. Y de la forma más vil posible; traicionándote.

Momentos como éste me da por pensar que tal vez el ser humano sí sea perfecto. Verdaderas máquinas capaces de olvidar sus sentimientos con el fin de beneficiarse a ellos mismos. O por hacer daño. O, simplemente, por diversión.

Que todo es pasajero y nada duradero, dicen. Sí, puede ser. Qué coño, estoy seguro. Porque no entiendo como una persona con la que has pasado los mejores momentos de tu vida, con la que lo has vivido todo, con la que te juraste amor eterno, es capaz de abandonarte sin más.

O amigos, ¿amigos?, que desaparecen. No sin antes demostrarte que perdiste el tiempo confesándoles tus más profundos secretos. Dejando claro que sólo te necesitaban por la conveniencia.

Una mierda. Todo es una mierda cuando te das cuenta de esta realidad constante.

La incertidumbre lleva acosándome varias noches. ¿Cuánto tiempo me queda para disfrutar de los que aún están conmigo? No sé...

Sólo estoy seguro de que únicamente te tengo a ti. A la imagen que veo en ese espejo. Sólo me tengo a mí. Sólo nos tenemos a nostros.

Neil.