Etiquetas

Neil (108) Señor T (60) WeekendWars (37)

domingo, 26 de septiembre de 2010

Para ti.

Pensar en ti es menos difícil que respirar. Y respirar se torna imposible cuando estoy a tu lado. Tengo la sensación de que el mundo es insignificante cuando estoy contigo. De que, nada es seguro y todo es posible. Que los problemas no son problemas si los comparto contigo. Y que la felicidad es eso que siento cuando huelo, por accidente, el aroma que tu cuerpo regala al ambiente.
Observaría durante horas cada centímetro de tu piel. Escucharía tu voz, disfrutaría con cada movimiento y sonreiría con cada sonrisa tuya. Porque si tú, yo.

Ya no es un capricho. Ni siquiera pura atracción. Se trata de algo vital. Quiero decir que te necesito. Que te necesito para vivir. Que necesito tu presencia y tu melódica risa para sobrevivir. Que mis pulmones se nutren de tus suspiros. Y que yo me alimento de tu mirada. Porque mantener contacto visual contigo es lo más alucinante que jamás viviré. Esa sensación de saber que te estoy mirando a los ojos y que tú me devuelves la mirada, que tú me estás mirando, es inefable. Es inefable porque siento que, por un instante, yo soy el centro de tu mundo. Como tú lo llevas siendo desde incluso antes de que nos conociéramos. Porque realmente te he estado buscando siempre. Porque sé que, por mucho que pase el tiempo, tu firma en mi corazón es inexorable. Y porque no soy valiente para decirte todo esto en la cara. Y es que me resulta imposible concentrarme contigo. Me pongo nervioso. Yo, que presumo de ser un tío de palabra fácil.

No sé cuanto durará esto. Lo nuestro, digo. Pero lo que tengo claro es que nunca, nunca, nunca te voy a olvidar. Porque nunca llegarás a imaginarte lo importante que eres para mí. Porque a veces tengo incluso miedo de lo que siento por ti. Siempre estoy con el ojo derecho fijo en el calendario de mi habitación, trazando inconscientemente cruces en los días a medidad que éstos pasan. Porque la eternidad es eso que existe hasta que te veo. Hasta que tu cuerpo entra en contacto con el mío, de nuevo.

Y ni siquiera sé qué hacer para devolverte todo lo que tú significas para mí. No sé cómo hacer para hacerte, aunque sea, la mitad de feliz de lo que tú me lo haces a mí. Escribir esto puede que no sirva de nada. Más que para reafirmar mi teoría. Sí, ya sabes, la de que estoy incondicional e irrevocablemente enamorado de ti.

A veces sueño con tener poderes. ¿Quién no? Yo tengo claro el mío. Me encantaría volar. Poder aparecer en tu cuarto por la noche y simplemente ver como duermes. Acariciarte el pelo toda la noche. Y darte la mano cuando tuvieras pesadillas. Con eso yo sería feliz.

Sólo Dios sabe lo que yo he llorado por ti. Lo que sufrido. Lo que he soportado. Sólo por estar contigo. Sólo Él sabe lo que me ha costado asimilar que esto estaba prohibido. Que no podía ser. Pero, estoy orgulloso de mí. Porque, hasta ahora, siempre he ganado yo. Quiero decir que, pasa el tiempo, y tú sigues conmigo. Y yo contigo.

Y, aunque todo cambie y nuestras vidas se separen. Y, aunque nunca más vuelva a reír contigo, a soñar contigo, a llorar contigo, a hablar contigo o simplemente a estar en silencio contigo... quiero decirte que lo siento. Siento haberme pasado la mayor parte de toda nuestra historia diciéndote cosas que no eran importantes o hablando de cosas triviales. Siento haber mantenido conversaciones tontas o incluso haber discutido. Siento todo esto porque ahora, en momentos así, me he dado cuenta de que nunca he sido capaz de decirte lo que verdad me importa a mí. He intentado decírtelo sutilmente. Muestras de cariño nunca han faltado por mi parte. Pero sí lo realmente relevante.

Así que, así, sencillamente, aquí y ahora, quiero decirte que te quiero. Con todo mi corazón, te quiero.

Neil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario