Etiquetas

Neil (108) Señor T (60) WeekendWars (37)

martes, 20 de abril de 2010

Un año después.

Hace un año todo era distinto. Un día como hoy, un 20 de abril de 2009 me levantaba de la cama con el fin de aprovechar el último día de vacaciones de pascua. Había quedado con WkW por la noche para dar una vuelta por el pueblo de Erre.

Recuerdo que aún éramos cinco.

El día transcurrió tranquilo, sin sobresaltos. Nada me hacía presagiar que aquella noche todo fuera a cambiar.

Sí, hace un año exactamente de que WkW se enfrentara a su aventura más bizarra y trepidante que jamás hayamos vivido.

Así que hoy es un día especial.

sábado, 17 de abril de 2010

Detrás de tu ser.

Tus miradas, tus gestos o tus palabras significan demasiado para mí, después de todo. A veces me acercaría a ti y te pediría que jamás volvieras a separarte de mi piel. Que nunca más decidieras olvidarme.

No olvido nada, retrocedería a lo que no acabó. Y me duele pensar que para ti ya terminó la función, porque sé que no fue un final feliz.

Y ya que, no hago lo que digo, y no digo lo que hago, sé que ser valiente no es cuestión de suerte. No creo que esto sea amor, considerando amor como una palabra con definición denotativa. Es más bien otro sentimiento. Quiero ser imprescindible para ti. Que no sepas respirar sin mi. Que te cueste sostenerte sobre el suelo que yo no pisé. Que no me saques de tu corazón. Que jamás me vaya de tu mundo. Y que jamás vuelva a él.

Es una sensación extraña. Necesito que me desees. Y tú deseas que te necesite.

Quiero saber que no puedes vivir sin mí.
Quiero aceptar que yo sí puedo.

¿Por qué?



Neil.

sábado, 3 de abril de 2010

First.

Y entonces abres los ojos y mirás atrás.
Y te ríes del camino recorrido. Le das una patada a una piedra con ganas, muchas ganas. Y vuelves a sonreír.

Ya está.

Neil

jueves, 1 de abril de 2010

Decisión.



Si tuvieras una última oportunidad para ser todo aquello que quisiste ser ¿la aprovecharías o la dejarías pasar?

Mira, mis piernas flaquean, el sudor se expande por mi frente, siento escalofríos, me tiemblan las manos y sólo soy capaz de escuchar tu voz. Una y otra vez.

Tú. Tienes miedo. Y yo lo sé. No disfruto con ello, pero, ¿qué puedo hacer? Lucho por no pensar, por mantener mi mente en blanco. No quiero llorar, pero tus lágrimas son contagiosas. Y sigues hablando. A susurros. Me dices que me quieres, preguntas por qué lo hago, intentas que recuerde todo lo que hemos vivido juntos, hablas de los años que hemos pasado...

Yo te respondo con un puñetazo. Seguidamente te acaricio el pelo. "Yo te amo, princesa. Siempre me acordaré de lo que hemos vivido, de cuanto tiempo hemos estado juntos... pero el motivo por el cual hago esto tiene más valor que todo lo demás".

Y realmente lo tiene. Si no acabo con ella seguiré inundado de mierda. Jamás seré yo. Ella, me ha consumido. No soy nadie. Soy lo que ella quiere que sea. Cortar, distanciarnos, esa no es la solución. Porque volveré a ella. Siempre.

Porque la quiero. Porque es la mujer de mi vida. Porque con ella, todo. Pero, ¿qué es de mí? Hace tiempo que me olvidé de quién soy. Mi nombre ya no tiene sentido para mí. Me he centrado tanto en ella, en hacerla feliz, que ahora estoy solo. Con ella. Pero solo.

Yo tenía sueños, ¿sabes? Pero me olvidé de ellos en el primer instante en el que la conocí. Lo he dado todo por ella. Vendí mi alma y me follé a la esclavitud. Sé que ella me quiere. Pero ¿cuántos años de vida me queda? ¿Treinta, cuarenta? No puedo seguir así. Jamás seré quién quise ser si ella está viva. Porque como ya he dicho, esté donde esté, iré detrás de ella para amarla, adorarla. Mi diosa. Mi reina. Oh, mi princesa.

Tengo que salir de este bucle, no me juzgues hermano. Siempre se hace daño a quien se quiere ¿no? Esto debía ocurrir. Ella debe desaparecer. El problema es ella, por eso debe desaparecer...

¿O soy yo? ¿Realmente estoy enfermo? ESTOY AQUÍ, A PUNTO DE ASESINAR A LA PERSONA QUE MÁS AMO y aún tengo cojones de afirmar que ella es el problema.

Tío, ¿qué coño haces? ¿Esto es lo que quisiste ser? ¿Un asesino? ¿Matar a la persona que más feliz te ha hecho?

Pero no lo entiendes, hermano. Esto ya no es amor. No puedo verla hablar con otro tío. No deseo que nadie más le haga feliz. Odio que se divierta sino estoy yo. ODIO NO SER YO QUIEN LE HAGA SONREÍR. Esto ya no es amor, joder. Sólo, yo, le digo. Y ella me obedece, porque me quiere. Ya no tiene amigas, ni amigos. Evita cualquier cosa que le haga reír porque sabe que sólo yo debo conseguir que suelte una carcajada.

¿Qué coño es esto tío? He llegado demasiado lejos.

Y me derrumbo.

Hasta entonces, doscientes mentiras y una buena excusa eran suficientes. Pero ya no.
Me escuecen mis lágrimas. Es la culpa, el dolor, la histeria.

"Cariño, lo siento, esto acaba aquí. Pero no para ti. Hasta siempre".


Neil.