No sé que está pasando. No conozco el por qué de lo que ocurre. Ignoro que se hizo mal, o qué demasiado bien para llegar hasta aquí. Me asusta pensar más allá de hoy, porque hoy, ya es impensable. Y tengo miedo. Y recuerdos.
WeekendWars se está separando.
Señor T vive aislado en una cárcel mental contaminada de letras, números y algún que otro dibujo en el margen.
Jota se va a otra ciudad. Es para una semana. Pero suficiente como para sentirse lejos de WeekendWars. Y WeekenWars lejos de él. Suficiente como para que su espíritu se intercambie por otro playero, insustancial y falto de ideas.
¿Qué pasa? Como es posible que el Grupo se mantenga unido durante todo el año. Un año difícil en todos los sentidos que se precien. Y que en el momento de clímax, de mayor crecimiento a nivel colectivo, el tridente, se desencaje.
Deseo que la situación mejore. Que el espíritu de WeekendWars inunde todos y cada uno de los rincones que pisemos. Que nuestra mente siempre conserve la ideología de vida que forjamos durante estos meses. Y sobre todo, que nada ni nadie baje los brazos, sonría y respire tranquilo creyendo que todo ha pasado.
Porque con más ganas.
Y más ideas.
Volveremos.
WeekendWars.
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